domingo, 17 de junio de 2012

Quinto día.


                Llueve, llueve, llueve, llueve, llueve... Pero da igual ,los ingleses no se quejan y nosotros tampoco.

                Hoy hemos ido a Edimburgo (Escocia). Tras dos largas horas de autobús hemos llegado al Castillo, que era sitio de mayor interés de este día. Hemos visitado las mazmorras y los salones de los reyes, las joyas de los reyes escoceses, las defensas, los cañones, ¡el cementerio de los perros soldados!, y un edificio en el que se hace un homenaje a los soldados escoceses que han muerto en las distintas guerras (solo en la Primera Guerra  Mundial murieron 160.000 escoceses). Así que de paso hemos aprendido un poco de historia.

                Desde las murallas se veía un vista impresionante de Edimburgo y de su puerto. Es una ciudad preciosa y muy antigua.

                A las dos hemos comido en un parque donde venían los pájaros y nos querían quitar la comida.

                Llueve, llueve, llueve, llueve, llueve... Así que hemos decido coger un autobús turístico y visitar el centro histórico de la ciudad. Nos han contado muchas historias, anécdotas, personajes escoceses... La mayoría nos sonaban pero no sabíamos que eran escoceses. Para algunos lo más bonito del casco histórico ha sido un Ferrari rojo que había aparcado, a algún niño casi le da un ataque y todos nos hemos reído.

                Al bajar del autobús hemos ido a comprar regalos por la Royal Mile, que es la calle más emblemática de Edimburgo. Todo es un poco más caro, pero queríamos tener un recuerdo de este país.

                Finalmente hemos cogido el autobús y hemos vuelto al hotel. Nos lo hemos pasado muy bien.

                Ah!, Se nos olvidaba, sigue lloviendo.
Blanca, Ana Simón, Marina y Eva Martínez.