Llueve, llueve, llueve, llueve,
llueve... Pero da igual ,los ingleses no se quejan y nosotros tampoco.
Hoy hemos ido a Edimburgo
(Escocia). Tras dos largas horas de autobús hemos llegado al Castillo, que era
sitio de mayor interés de este día. Hemos visitado las mazmorras y los salones
de los reyes, las joyas de los reyes escoceses, las defensas, los cañones, ¡el
cementerio de los perros soldados!, y un edificio en el que se hace un homenaje
a los soldados escoceses que han muerto en las distintas guerras (solo en la
Primera Guerra Mundial murieron 160.000
escoceses). Así que de paso hemos aprendido un poco de historia.
Desde las murallas se veía un
vista impresionante de Edimburgo y de su puerto. Es una ciudad preciosa y muy
antigua.
A las dos hemos comido en un
parque donde venían los pájaros y nos querían quitar la comida.
Llueve, llueve, llueve, llueve,
llueve... Así que hemos decido coger un autobús turístico y visitar el centro
histórico de la ciudad. Nos han contado muchas historias, anécdotas, personajes
escoceses... La mayoría nos sonaban pero no sabíamos que eran escoceses. Para
algunos lo más bonito del casco histórico ha sido un Ferrari rojo que había
aparcado, a algún niño casi le da un ataque y todos nos hemos reído.
Al bajar del autobús hemos ido a
comprar regalos por la Royal Mile, que es la calle más emblemática de
Edimburgo. Todo es un poco más caro, pero queríamos tener un recuerdo de este
país.
Finalmente hemos cogido el
autobús y hemos vuelto al hotel. Nos lo hemos pasado muy bien.
Ah!, Se nos olvidaba, sigue
lloviendo.
Blanca, Ana Simón, Marina y Eva Martínez.